jueves, 19 de enero de 2017

texto expositivo de E.Punset

Hacen falta cinco cumplidos para resarcir un insulto


Científicamente se ha demostrado que son necesarios cinco cumplidos seguidos para borrar las huellas perversas de un insulto. Los que tienen la manía de contradecir siempre al que está delante no gozan de tiempo material para paliar el efecto perverso de su ánimo contradictor.

¿Cómo podemos aplicar en la vida cotidiana los resultados de este hallazgo experimental? ¿Cómo podemos coadyuvar a que la ciencia penetre en la cultura popular? Es evidente que los experimentos efectuados sobre los méritos relativos del cumplido y de la anatema del contrario pueden ayudar a mejorar la vida en común de la pareja. O, simplemente, a sacar las conclusiones pertinentes que pongan fin a la ansiedad generada en el contexto de esa convivencia.

La primera conclusión que se desprende de los experimentos sobre los efectos de la contrariedad provocada por el discurso agresivo se aplica a la pareja y a todas las demás situaciones [...] Antes de decirle a alguien: “Te equivocas de cabo a rabo, como siempre”, habría que pensárselo dos veces.
[...] El impacto del lenguaje es sorprendentemente duradero. [...] El poder de la palabra escrita en los humanos supera todo lo imaginable. [...] Tal vez la palabra escrita —se empezó a practicar hace unos tres o cuatro mil años— comportaba una dosis de compromiso que nunca tuvo la palabra hablada, aunque lo pretendía: “Te doy mi palabra”, se dice. [...]

Lo que estamos descubriendo —ahora que científicos como el psicólogo Richard Wiseman se adentran en ello— es lo que le pasa a la gente por dentro cuando se comporta de una manera determinada. [...] Ahora resulta que, después de años investigando las causas de la ruptura de una pareja, el porcentaje de las que desaparecen es mucho mayor cuando uno de los miembros es extremadamente tacaño en los cumplidos, costándole horrores admitir: “¡Qué razón tienes, amor mío!”. [...]

Siendo eso así, resulta inevitable preguntarse por los efectos sociales de que la mitad de la población esté siempre imputando al resto razones infundadas, taimadas, perversas, interesadas para explicar su comportamiento. Será muy difícil no sacar la conclusión de que esas palabras calan hondo en la mente colectiva y acaban dividiendo en dos partes irreconciliables a la sociedad.

Eduard Punset. Puedes leer el texto completo en:



jueves, 17 de noviembre de 2016

Fue una clara tarde, triste y soñolienta



Antes de empezar el comentario de un texto lírico (poético).

Estás frente a un poema. Empiezas a leer y, posiblemente, no entiendes nada. Buscas un sentido a lo que lees. Y, precisamente, quizás es aquí donde te pierdes. Un poema no va dirigido únicamente a nuestra razón. La lírica, es decir, la poesía, nació como expresión de nuestros sentimientos más fundamentales, de nuestras emociones. Luego, la finalidad de un poema es, por encima de todo, dar expresión a lo que el poeta siente, a lo que le ocurre, a lo que está viviendo, en el momento en que decide escribir. Y es este propósito lo que no puedes perder de vista, ya que el poeta utiliza todo el material del que dispone (las palabras, los recursos literarios, la inteligencia, la musicalidad (métrica y rima)) para dar voz a lo que siente. Es por eso mismo por lo que es importante que sepas en qué momento de su vida fue escrito el poema (Localización) ya que muchos poetas forman parte de corrientes literarias o artísticas que, posteriormente abandonaron o personalizaron. Saber a qué corriente literaria pertenece el poema te ayudará a entender cómo está escrito, con que “estrategias”, con qué “ideas artísticas”.

Voy a utilizar el poema de Machado que habéis comentado: “Fue una tarde triste y polvorienta”

Localización

Nos encontramos ante una composición fechada en Se  trata  del  sexto  poema  del  libro  Soledades,  que  empezó  a  escribir Antonio  Machado  en  1899.  Realizó  una  primera  publicación  en  1903,  para ampliar y eliminar algunos poemas en una segunda publicación del año 1907. En este libro, la huella del modernismo está presente sobre todo en la utilización de símbolos para dar voz a todo el mundo interior del poeta, tal como veremos posteriormente a lo largo del comentario. En este período modernista predomina en el libro un tono melancólico e intimista.

Tema ( todavía no lo puedo precisar)

Una cosa es el tema y otra el tono: a veces, el tema expresa la emoción que percibimos en el tono. En este caso, tristeza, soledad, melancolía, sería lo expresivo. El tema del poema sería  encontrar el motivo que le causa tristeza al poeta. Para poder descifrar cuál es la causa de la tristeza, voy a desglosar el poema en sus diferentes partes.

Estructura del poema

La primera parte del poema nos sitúa en una “clara tarde de verano”, cuando el poeta entra en un “parque solitario”. La tarde ya está calificada como “triste y soñolienta” y más adelante, “muerta”. El parque es un lugar decadente (hiedra polvorienta, puerta de hierro mohoso”), lo cual ya nos da una idea del estado del poeta: tristeza, melancolía y soledad. El poeta encuentra una fuente en el parque y entabla un diálogo con ella.
Esta seria la segunda parte del poema: los versos en los que se reproduce el diálogo con la fuente, (desde la cuarta estrofa hasta la estrofa treceava) La fuente, personificada, reconoce al poeta, al que llama “hermano”. Ella le recuerda de otra tarde de verano, paseando por ese mismo parque. El poeta, en cambio, le pide a la fuente “cuéntame mi alegre leyenda olvidada”.
Es en esta segunda parte donde vemos el motivo que ha llevado al poeta hasta el parque: está buscando alivio para su tristeza, y lo busca en recuerdos de otros momentos mejores, más alegres. La respuesta de la fuente, sin embargo, precipita el final del poema

“Yo no sé leyendas de antigua alegría,
sino historias viejas de melancolía.
Fue una clara tarde del lento verano...
Tú venías solo con tu pena, hermano;
tus labios besaron mi linfa serena,
y en la clara tarde dijeron tu pena.
Dijeron tu pena tus labios que ardían;
la sed que ahora tienen, entonces tenían.”

Ante esta respuesta, el poeta abandona el parque y se despide de la fuente para siempre, con un verso lapidario:
tu monotonía,
fuente, es más amarga que la pena mía.

Tema

Machado busca en su pasado y en sus recuerdos debido a que su presente no  le satisface. Al indagar, se da cuenta de que en el pasado no hubo alegría; “Yo no sé leyendas de antigua alegría, sino historias viejas de melancolía”.
El poeta no tiene recuerdos donde reconfortarse. Con esta afirmación, el poeta  provoca en el lector un sentimiento de tristeza.
Y ¿qué busca el autor? En este poema, el autor busca encontrar en su pasado el sentido para vivir del que ahora carece. En sus reflexiones, el poeta se da cuenta de que durante toda su vida la tristeza y la pena le han acompañado. Que se ha sentido solo. “Tú venías solo con tu pena”, dice la fuente.. Y entonces, como ahora, ya buscaba respuestas  “la sed que ahora tienen, entonces tenían”.
Quizás lo más relevante del poema sea, precisamente, que no hay respuesta a sus preguntas personales.
 
Análisis de la forma

La interpretación de los símbolos que ha utilizado el poeta es clave para descifrar el poema. Las palabras escogidas para simbolizar conceptos: tarde, parque, agua, fuente,  son símbolos muy particulares del poeta. La tarde, por ejemplo, es el momento en el que el día avanza hacia su cénit; así pues, al situar el poema en “una tarde “ el poeta nos transmite también un particular estado de ánimo, crepuscular, apagado. La adjetivación escogida para la palabra tarde refuerza esta idea: “triste, soñolienta” “lenta” “muerta”.
El parque al que entra el poeta no es un parque lleno de vida. Al contrario, es un lugar silencioso, que parece abandonado “la hiedra negra, polvorienta”, “el parque silencioso” “dormido”. Es un lugar recogido, que bien podría indicarnos un lugar íntimo del poeta: su propio corazón, tal vez.
La fuente, que también aparece personificada, tiene en este poema una doble función. Por un lado, le sirve a Machado para desdoblarse e iniciar un diálogo consigo mismo. Por otro lado, la fuente es la que contiene el agua. Y el agua, tradicionalmente, se ha usado como referencia al tiempo que pasa, el tiempo que no se detiene. Si la fuente es el alma de Machado, el paso del tiempo monótono y siempre igual es lo que ésta contiene: “mi cristal vertía como hoy sobre el mármol su monotonía.”
Esa es la respuesta que encuentra el poeta en su interior: la vida es tiempo que pasa., tiempo que corre. El agua de la fuente, es en el poema, símbolo del tiempo, de la vida

El tiempo es otro de los protagonistas del poema: expresan el paso del tiempo los adjetivos especificativos (mohoso, lejano, presente, maduro)  y  los epítetos (polvorienta, vieja, antiguos,...); los sustantivos (tarde, verano); los adverbios (hoy, entonces, siempre, ahora...).
En cuanto a los tiempos verbales empleados, la combinación del presente  (recuerdo, recuerdas, sé, escuchas) con el pretérito perfecto (rechinó, sonó, respondí...), y el imperfecto de indicativo, (cantaba, asomaba, sonaba, sombreaba)  indican una vivencia o  percepción subjetiva del tiempo. El recuerdo del pasado y el momento presente coexisten en el poema. “Fue esta misma tarde...”
Solo en la estrofa final, el  pretérito perfecto, (rechinó, abrió ) nos indican que algo ha quedado atrás, para siempre. Quizás la esperanza de encontrar respuestas.

El diálogo con la fuente es uno de los motivos centrales del poema. En este diálogo se expresan la angustia, la soledad y la incertidumbre que embargan al poeta ahora y entonces: la sed que ahora tienen, entonces tenían.  La imagen de la sed ya contiene en sí misma la idea de la búsqueda, de la insatisfacción.

Otra referencia al tiempo la tenemos en la descripción del parque, que entonces se mostraba igual que ahora

¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares,
que ves, sombreaban los claros cantares
que escuchas. Del rubio color de la llama,
el fruto maduro pendía en la rama,
lo mismo que ahora.

Y en el uso repetido del verbo “recordar”, que se usa en el poema como un vocativo, una llamada al poeta “¿Recuerdas, hermano?” a adentrarse en su conciencia.
Por un lado su llegada al jardín ajado y decadente (“...la hiedra negra y polvorienta” , “ la puerta de hierro mohoso..” ) parece situarnos en un triste presente .Sin embargo, el sonido del agua le hace trasladarse a un pasado más alegre y juvenil.
El uso de antítesis refuerza también la sensación de dos tiempos contrapuestos: el pasado, la juventud o la infancia, que se recuerdan como (alegría, ruido) y el presente ( melancolía, silencio).El presente del poeta se nos presenta como un tiempo muerto “ tarde muerta”.
La repetición de elementos como versos (“ fue una clara tarde..,” ) , paralelismos sintácticos ( “ Yo sé que..”, “ ¿Recuerdas hermano?” ) las repeticiones “ Yo sé que...”, “ Yo no sé..”  que subrayan también la idea de incertidumbre, de búsqueda.
Cabe destacar el uso de la sinestesia ( agrio  ruido, amarga monotonía ),  que sugiere lo desagradable del presente  Mientras que las metáfora sobre el agua  (mi  cristal vertía,  bellos espejos cantores, sonora copla ) son alegres cuando se trata del pasado, y tristes cuando se trata del presente. ( monotonía del agua que vierte la fuente)
El sonido del agua es el que sirve para que el poeta haga un viaje a su pasado, en concreto a su juventud: “la sonora copla borbollante del agua cantora me guió a la fuente.”

Así pues, aunque el poeta quiere hallar en otros momentos del pasado, como la infancia y la juventud, un sentido para su vida, este deseo no se corresponde con la realidad de su memoria o de su alma ( la fuente ) que le recuerda al poeta que su angustia existencial estuvo siempre presente.

En su aspecto externo se puede apreciar que el poema está formado por 52 versos repartidos en catorce estrofas de verso variable con predominio de los   formados   por   cuatro   versos. La  métrica es  alterna:   predominio   de   los dodecasílabos  de  rima  consonante  y  cruzada  frente  a  la  presencia  de  versos hexasílabos de igual rima que los anteriores o formando pareados.

Fueu-na- cla-ra- tar-de, tris-tey- so-ño-lien-ta  12 A
tar-de- de- ve-ra-no. La hie-draas-oma-ba -12 B
al- mu-ro-del par-que, ne-gray pol-vo-rien-ta.12 B
La fue-n-te so-na-ba. 6. a

Dominan  los  serventesios  (ABAB), 

Rechinó en la vieja cancela mi llave; A
con agrio ruido abriose la puerta B
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave A
golpeó el silencio de la tarde muerta. B

La  primera estrofa  aparece quebrada,  y coexiste con los tercetos (estrofas 4 y 5) y una estrofa de seis versos formada por tres pareados juntos, de rima AABBCC (estrofa 6).
¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares, A
que ves, sombreaban los claros cantares A
que escuchas. Del rubio color de la llama, B
el fruto maduro pendía en la rama, B
lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, hermano? C
Fue esta misma lenta tarde de verano. C


 Conclusión
 
Todo ello constituye una muestra de la renovación métrica propia del Modernismo, cuyos usos se adaptaban a las necesidades expresivas del poeta.
El propósito de la adjetivación, el uso de determinados recursos literarios, la personificación de elementos como el agua, la fuente, el jardín, todo al servicio de conseguir una expresividad máxima, para que el lector SIENTA como él mismo la monotonía y la tristeza que le embargan.
























viernes, 28 de noviembre de 2014

Recursos Literarios

Aquí tenéis una página muy buena donde podéis encontrar los recursos literarios más importantes, y un ejemplo.

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/TEORIA_LITERARIA/FIGURAS/figuras.htm

Por si necesitais más ejemplos, esta es otra página que os puede ayudar:

http://www.retoricas.com/2009/06/definicion-de-alegoria.html

y otras más...

http://www.xtec.cat/~dlopez12/

http://usuarios.lycos.es/Trivium/iniciales/retorica.htm


miércoles, 6 de junio de 2012

"El árbol de la ciencia" en las PAU, con solucionario


OPCIÓN B
TEXTO
-¿Hay que indignarse porque una araña mate a una mosca? -siguió diciendo Iturrioz-. Bueno. Indignémonos. ¿Qué vamos a hacer? ¿Matarla? Matémosla Eso no impedirá que sigan las arañas comiéndose a las moscas. ¿Vamos a quitarle al hombre esos instintos fieros que te repugnan? ¿Vamos a borrar esa sentencia del poeta latino: Homo homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre? Está bien. En cuatro o cinco mil años lo podremos conseguir. El hombre ha hecho de un carnívoro como el chacal, un omnívoro como el perro; pero se necesitan muchos siglos para eso. No sé si habrás leído que Spallanzani había acostumbrado a una paloma a comer carne y a un águila a comer y digerir pan. Ahí tienes el caso de esos grandes apóstoles religiosos y laicos; son águilas que se alimentan de pan en vez de alimentarse de carnes palpitantes; son lobos vegetarianos. Ahí tienes el caso del hermano Juan…
-Ese no creo que sea un águila, ni un lobo.
-Será un mochuelo o una garduña; pero de instintos perturbados.
-Sí, es muy posible -repuso Andrés- ; pero creo que nos hemos desviado de la cuestión; no veo la consecuencia.
-La consecuencia a la que yo iba era ésta: que ante la vida no hay más que dos soluciones prácticas para el hombre sereno: o la abstención y la contemplación indiferente de todo, o la acción limitándose a un círculo pequeño. Es decir, que se puede tener el quijotismo contra una anomalía; pero tenerlo contra una regla general, es absurdo.
-De manera que, según usted, el que quiera hacer algo tiene que restringir su acción justiciera a un medio pequeño.
-Claro, a un medio pequeño; tú puedes abarcar en tu contemplación la casa, el pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto; pero si intentas realizar una acción, y una acción justiciera, tendrás que restringirte hasta el punto de que todo te vendrá ancho, quizá hasta la misma conciencia.
-Es lo que tiene de bueno la filosofía -dijo Andrés con amargura- ; le convence a uno de que lo mejor es no hacer nada.
Pío Baroja, El árbol de la ciencia
PREGUNTAS
1. Escriba un breve resumen del texto (puntuación máxima: 1 punto).
2. Indique el tema y la organización de las ideas del texto (puntuación máxima: 2 puntos).
3. Comentario crítico sobre el contenido del texto (puntuación máxima. 3 puntos).
4. Responda a una de las dos cuestiones siguientes (puntuación máxima. 2 puntos):
a) Analice sintácticamente el siguiente fragmento:
… tú puedes abarcar en tu contemplación la casa, el pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto…
b) Indique la categoría gramatical de cada una de las palabras subrayadas en el texto.
5. Responda a una de las dos cuestiones siguientes (puntuación máxima: 2 puntos):
a) Características de la Generación del 98.
b) Describa las características de género de la novela.

Consideraciones previas generales.

En primer lugar, en todas las preguntas propondremos respuestas adecuadas para la prueba, es decir que puedan redactarse en el tiempo fijado para la P.A.U. y que puedan ser ofrecidas por un alumno de 2ª de Bachillerato. No son, por lo tanto, ninguna exhibición de conocimientos por parte de quien suscribe. En cuanto a la terminología, trato de emplear la que considero que está más comúnmente aceptada y extendida en las aulas.

RESPUESTAS:

1.      Escriba un breve resumen del texto. (Puntuación máxima: 1 punto)

Algunas cuestiones previas.

En torno a lo que debe ser un resumen hay disparidad de criterios. Lo que sí está claro es que debe condensar en pocas líneas lo que el texto dice. Personalmente, creo que el resumen carece de independencia absoluta con respecto al texto del que parte. Si fuese absolutamente independiente, y teniendo en cuenta que el resumen debe reflejar brevemente el contenido de otro texto, cabría esperar que el resumen de un texto irónico debería ser redactado con ironía, o el resumen de un poema debería usar el verso, o un texto en primera persona debería resumirse en esa misma persona, cosas que no me parecen correctas.
En un texto como éste, y sobre todo si se ha leído el libro del que ha sido extraído, el peligro más importante es decir en el resumen cosas que no están en el fragmento propuesto, pero que sí están en el libro.
Para más información sobre el resumen, véase el ANEXO I.

Respuesta.

Iturrioz y Andrés dialogan. El primero afirma que es inútil luchar para cambiar los instintos fieros del ser humano, y que son extraordinarios los casos en los que eso se logra, ejemplificándolo con ejemplos de otros animales. Sostiene que las opciones son o no hacer nada mostrando indiferencia, o actuar limitándose a un círculo pequeño. Andrés manifiesta decantarse por la segunda posibilidad.

2.      Indique el tema y la organización de las ideas del texto. (Puntuación máxima: 2 puntos)

Algunas cuestiones previas.

Al formular el tema de un texto debemos sugerir su contenido, es decir, deberíamos dar respuesta a la pregunta tan coloquial ¿de qué va el texto? El tema debe ser algo más que una o dos palabras, como se ha dicho muchas veces. Imagínense que formulamos el tema de un texto cualquiera diciendo que es el amor, sería una formulación demasiado imprecisa, porque no sabríamos si se trata de una declaración amorosa, la expresión del dolor por su pérdida, la ilusión por disfrutarlo, la narración de una turbulenta historia, etc. 
En cuanto a la organización de las ideas, creo que debemos diferenciarla de la simple estructura. Debe ser algo más que decir cuántos párrafos tiene el texto y qué se dice en cada uno. Sería más bien decir cómo se van articulando las ideas del texto, cómo se van relacionando unas con otras.
Por otra parte, creo que hacer esta pregunta en primer lugar nos puede servir para entender bien el texto antes de proceder a resumirlo y comentarlo.
Para más información, véanse el ANEXO III y el ANEXO IV.

Respuesta.

TEMA:
La imposibilidad de cambiar la crueldad humana.[1]
           
ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS:
El texto aparece organizado como un diálogo en el que prevalecen las intervenciones de Iturrioz, siendo las réplicas de Andrés pretextos para formular la teoría de que es imposible cambiar la crueldad humana y de que únicamente es posible restringir la lucha a cuestiones concretas.
Como conclusión, Andrés queda convencido de que lo mejor es no hacer nada.

3.      Comentario crítico sobre el contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos)

Algunas cuestiones previas.

Sobre lo que debe ser un comentario crítico mucho se ha debatido. Cada profesor ofrece a sus alumnos unas orientaciones que se diferencian sensiblemente de las que ofrecen otros profesores. Realmente, no sería aceptable ningún modelo de comentario, ya que cada texto es diferente, además de que aplicar un cliché a un texto poco de comentario tiene. Pero, por otro lado, creo que es necesario ofrecer unas pautas a los alumnos, unas orientaciones que les permitan tener algo que decir, por poco que el texto se entienda, por poco que se sepa del contenido, o por poco que éste les interese. En mis orientaciones (véase ANEXO II) he procurado tener en consideración la disparidad de criterios antes aludida para ofrecer una solución aceptable para la mayoría, que recoja variedad de enfoques. Es la parte en la que tiene mayor influencia la madurez del alumno y su capacidad interpretativa y expresiva. Suele haber serios problemas en las respuestas que se ofrecen por el insuficiente grado de comprensión, por la escasa capacidad expresiva, por las pocas referencias que se tienen del tema del texto, etc.
Aquí ofrezco una posible respuesta; ciertamente, se podrían decir más o menos cosas, o cosas diferentes. Ésta es una posibilidad entre muchas, tantas como eventuales comentaristas.
Por otro lado, en el comentario crítico de un texto literario tienen un papel muy destacado los conocimientos previos. Yo creo que si no se conoce la obra, es decir, si no se ha leído, y si no se tienen datos suficientes sobre la misma, el autor y el contexto en el que surge y se ambienta, difícilmente se puede hacer un buen comentario crítico.
Las orientaciones que propongo tienen mucho de “truco” para que los alumnos resuelvan con más o menos éxito esta “espinosa” cuestión de la PAU. De hecho, como puede observarse, permiten decir cosas muy parecidas (incluso iguales) de textos muy diferentes.

Respuesta.

El texto que tenemos que analizar es un texto literario, perteneciente al género narrativa, concretamente un fragmento de la novela de Pío Baroja (autor de la llamada Generación del 98) titulada El árbol de la ciencia. Como forma de expresión, predomina el diálogo, aunque la mayor parte de las intervenciones adquieren la forma de la exposición-argumentación. Las ideas de Iturrioz, es decir, es imposible cambiar la crueldad humana y hay que restringir la lucha a cuestiones concretas aparecen razonablemente argumentadas; no obstante, la conclusión de Andrés de que lo mejor es no hacer nada, creo que no tiene un sustento sólido en las palabras del texto, porque igual que saca opta por esa conclusión u opción podía haber sacado otra bien distinta: lo mejor es que cada uno se dedique a luchar contra las injusticias que se produzcan en su círculo. Esta actitud pone de manifiesto el escepticismo y nihilismo de Andrés, que se ven corroborados a lo largo del conjunto de la obra y en el desenlace de la misma: el suicidio como única salida.
El diálogo, en el género novelístico, generalmente, comparte protagonismo con la narración y, en menor medida, con la descripción, curiosamente ausentes de este fragmento. En este caso el diálogo se nos presenta en estilo directo y nos permite conocer a los personajes. A nadie extrañará saber, después de haber leído este texto, que Andrés termina suicidándose.
El registro lingüístico empleado es culto, a pesar de que el diálogo entre los dos personajes pudiera invitar a que se produjeran las relajaciones que le son propias.
Como ejemplo del registro podríamos citar el latinismo Homo homini lupus, o la referencia a Spallanzani[2].
No obstante, podemos afirmar que el texto es adecuado. El autor ha elegido de entre las posibilidades lingüísticas a su alcance una apropiada para cumplir con su intención comunicativa y para hacer creíbles a los personajes.
También podemos afirmar que se trata de un texto coherente ya que no presenta contradicciones entre sus partes, los enunciados se relacionan entre sí creando un mensaje global y no contradice los principios de verdad de la realidad.
Además, el texto está bien cohesionado. Sin entrar en un análisis exhaustivo de la cohesión, podríamos destacar entre los elementos más relevantes la reiteración fónica (hay gran abundancia de interrogaciones que le sirven para exponer sus argumentos al responder Iturrioz a sus propias preguntas); también abundan los marcadores textuales como sí, pero, es decir, de manera que, claro, claramente al servicio de la explicación y los argumentos de Iturrioz; los campos semánticos como el de los animales (utiliza el reino animal, donde sitúa al ser humano, para ejemplificar) apareciendo mosca, araña, lobo, garduña, etc.; reiteración léxica de la palabra hombre con su valor genérico de ser humano, deixis como ahí, que además se repite; catáfora como en la expresión la consecuencia a la que yo iba era ésta; anáfora, como en la expresión ese no creo que sea un águila, refiriéndose al hermano Juan[3].
En cuanto a cuestiones semánticas, llama la atención la gran abundancia de términos referidos a animales que constituyen un amplio campo semántico. En orden de aparición serían araña, mosca, hombre (para Iturrioz es un animal más), lobo, chacal, perro, paloma, águila, mochuelo, garduña, resaltando de muchos la dificultad de cambiar su naturaleza: o es imposible hacerlo, o se necesitan miles de años, o si se consigue, es algo absolutamente extraordinario, tanto que convierte a quien lo logra en grandes apóstoles religiosos y laicos que son águilas que se alimentan de pan en vez de alimentarse de carnes palpitantes; son lobos vegetarianos.
Otra cuestión semántica que llama la atención es la connotación del término quijotismo, que parece provocar contradicción en las opiniones de Iturrioz. Cuando parece dar una salida a la negatividad de sus ideas (es imposible cambiar nada, dicho de una manera exagerada), afirmando que se puede luchar en aspectos o círculos restringidos, califica estas acciones como quijotescas (quijotismo), lo que le confiere a este intento una matiz de locura e inutilidad.
Podríamos decir, por otra parte, que el texto va dirigido a un público indeterminado, que sería el lector de literatura. Entre emisor (autor) y receptor (lector) media una gran distancia: el autor emite su mensaje (obra literaria) en un momento determinado, 191l, y el lector lo recibe en otro momento bien distinto. Los temas que aparecen en el libro, y más concretamente en este fragmento, pueden resultar interesantes, pero creo que en una sociedad tan pragmática y utilitarista como la que nos ha tocado vivir poca gente se plantea esas cuestiones, y menos aún optan por el camino que optó Andrés Hurtado. Creo que hay que intentar aportar cada uno lo que pueda dentro de sus posibilidades, pero nunca renunciar a la lucha contra todo aquello que resulte injusto. 
Determinar la intención comunicativa del autor en este texto o en cualquier otro texto literario, podría llevarnos a un inacabable debate sobre las funciones o utilidades de la literatura, denunciar injusticias, entretener, proporcionar conocimiento, etc. La primera y más importante de las funciones de la literatura, y que identificaríamos generalmente con la intención del autor, es la de crear belleza y proporcionar goce estético.
El árbol de la ciencia es básicamente una novela de protesta política y social con un importante alcance existencial, como puede apreciarse en el fragmento. En la novela se pone de manifiesto el malestar de la época y, en concreto, la ideología de la Generación del 98 a la que pertenecía Baroja. Se critica: el ambiente cultural que existía en la época; al gobierno por su poco interés para invertir en ciencia; la crueldad humana (tema de este fragmento); la miseria moral; el carácter español (individualismo, falso patriotismo, etc.); a los ricos por explotar a los pobres, y a los pobres por dejarse explotar por los ricos; la bohemia y el romanticismo inútiles; etc.
Andrés Hurtado, personaje perdido en un mundo absurdo y en medio de circunstancias adversas que constituirán una sucesión de desengaños, tiene muchas cosas en común con el propio Baroja, tantas que en algunos fragmentos de sus memorias Baroja transcribe casi literalmente pasajes de El árbol de la ciencia, poniendo yo donde la novela dice Andrés Hurtado, o cambiando los nombres propios.
El fragmento resulta muy interesante porque hace que nos detengamos o nos planteemos cosas que no nos paramos a analizar frecuentemente.
4.      Responda a una de las dos cuestiones siguientes (puntuación máxima. 2 puntos):
a)     Analice sintácticamente el siguiente fragmento:
…tú puedes abarcar en tu contemplación la casa, el pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto…
Algunas cuestiones previas.
Para contestar la pregunta de sintaxis es particularmente problemático el tema de la terminología. Ofrezco aquí una respuesta usando una terminología sencilla, creo que comúnmente aceptada. Por otro lado, pienso que es interesante huir de interpretaciones particularmente novedosas o audaces que los posibles correctores podrían no compartir.
En lo referente al método, creo que es recomendable redactar la respuesta y evitar el sistema de cajas, corchetes y paréntesis, o cualquier otro que no sea muy claro para el que corrija.
Respuesta:
Se trata de una oración simple compuesta por Sujeto (tú) y Predicado (puedes abarcar en tu contemplación la casa, el pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto).
El Sujeto está compuesto únicamente por Núcleo ().
El Predicado está compuesto por Núcleo (puedes abarcar), Complemento Circunstancial (en tu contemplación) y Complemento Directo (la casa, el pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto).
El Complemento Circunstancial está compuesto por Enlace (en), Determinante (tu) y Núcleo (contemplación).
El Complemento Directo es múltiple y está compuesto por varios sintagmas yuxtapuestos excepto el último que aparece coordinado con el nexo y. Los cinco primeros sintagmas que lo componen son idénticos en cuanto a su estructura, que es  Determinante (la, el, el, la, el) y Núcleo (casa, pueblo, país, sociedad, mundo); los dos sintagmas restantes también presentan la misma estructura, que es Determinante (todo, todo), Determinante (lo, lo) y Núcleo (vivo, muerto).

b) Indique la categoría gramatical de cada una de las palabras subrayadas en el texto.

Respuesta.

Ø     lo podremos conseguir: pronombre.
Ø     Tenerlo: pronombre.
Ø     Todo lo vivo: artículo.
Ø     lo mejor: pronombre.
           
Algunas precisiones.

En sentido estricto, la repuesta anterior es la correcta atendiendo a lo que se nos pide Indique y, además, la categoría gramatical nada más. No se nos pide que se explique, o que se comente; o que se indiquen también otras cosas, por ejemplo, la función sintáctica.

5. Responda a una de las dos cuestiones siguientes (puntuación máxima: 2 puntos):
a) Características de la Generación del 98.

Respuesta.

La respuesta a esta pregunta se puede encontrar en cualquier manual de Segundo de Bachillerato, por ejemplo en Lengua Castellana y Literatura 2 de la editorial EDITEX.
La amplitud de la posible respuesta obligará a resumir y esquematizar bastante.
También hay infinidad de páginas web donde se puede encontrar información suficiente o las respuestas ya elaborada.

b) Describa las características de género de la novela.

Respuesta.

Igualmente, las respuestas a esta pregunta y a las del mismo tipo se pueden encontrar en cualquier manual de Segundo de Bachillerato, por ejemplo en Lengua Castellana y Literatura 2 de la editorial EDITEX (páginas 90 a 93 y 340).
Igualmente, hay infinidad de páginas web donde se puede encontrar información suficiente o la respuesta ya elaborada.

NOTA: Este tipo de pregunta, es decir características de género de (la novela, la poesía lírica, el ensayo, el género dramático), admite una parte introductoria común (creo que es recomendable), que incluiría las características generales del lenguaje literario, y una parte específica para cada género.





[1] La crueldad universal es el título del capítulo IX de la segunda parte en el que aparece este fragmento.
[2] Lazzaro Spallanzani (Scandiano, 1729-Pavía, 1799) Biólogo italiano. Fue profesor de historia natural en Pavía y director del Museo Mineralógico de esta ciudad. Considerado uno de los fundadores de la biología experimental, sus trabajos de investigación se centraron en los principales fenómenos vitales, como la respiración, la reproducción, la digestión, etc. Realizó importantes estudios sobre la reproducción artificial. Demostró la acción del jugo gástrico en el proceso digestivo y el intercambio de gases en la respiración. Entre sus obras cabe citar Memoria sobre la respiración, Opúsculos de física animal y vegetal (1776) y Experiencias ilustrativas sobre la generación.
[3] Utilizando palabras del libro el hermano Juan era un tipo misterioso y extraño del hospital, que llamaba mucho la atención, y de quien se contaban varias historias […] Este hombre, que no se sabía de dónde había venido, andaba vestido con una blusa negra, alpargatas y un crucifijo colgado al cuello. El hermano Juan cuidaba por gusto de los enfermos contagiosos. Era, al parecer, un místico, un hombre que vivía en su centro natural, en medio de la miseria y el dolor.