Baroja ha llegado a la literatura debido a una determinada situación; el mismo autor manifestó haberse volcado a la creación porque la vida le había negado experiencias fascinantes: "Soy un hombre curioso y que se aburre desde la más tierna infancia. Si hubiera sido un hombre rico y hubiera podido pasar la vida alegremente, creo que no hubiera escrito".
Teoría de la Novela:
. Para Baroja, la novela es un género multiforme, poético, lo abarca todo: filosofía, psicología, aventura, utopía, épica...así pues, la novela es un género permeable, abierto.
. Consecuentemente, se despreocupa de la composición. No le interesan las reglas, ni la corrección en el uso del idioma; lo único verdaderamente importante es la expresión del yo, de sus propias vivencias y aficiones. Ignorante de todo aquello que a técnica se refiere –pues la niega deliberadamente-, Baroja pide al arte una libertad que no todas las sensibilidades admiten. En uno de sus escritos teóricos sobre la novela, afirma: "haremos todas las extravagancias, y nos permitiremos todas las libertades".
. Para él, la invención, la imaginación disponible y la observación eran las cualidades supremas del novelista.
La afirmación contenida en sus Memorias de que “no hay novela de argumento cerrado en la cual los tipos sean verdaderos”, le lleva a defender lo que se ha llamado novela de argumento disperso, donde la libertad de composición predomina sobre todo lo demás, sin necesidad de que el autor haya de ajustarse a un plan previo. Así es como resulta posible la gran variedad de personajes y de ambientes que nos presenta en sus relatos.
. Aunque Baroja afirma que no escribie sus obrar para probar una tesis, ello no significa que de la lectura de sus novelas no podamos extraer una concepción de la vida- como se puede observar leyendo "El árbol de la ciencia". Incluso es frecuente que se mezclen en la acción momentos reflexivos en los que se mezclan ideas variadas. Eso sí, siempre dentro de la experiencia vital de un personaje.
La afirmación contenida en sus Memorias de que “no hay novela de argumento cerrado en la cual los tipos sean verdaderos”, le lleva a defender lo que se ha llamado novela de argumento disperso, donde la libertad de composición predomina sobre todo lo demás, sin necesidad de que el autor haya de ajustarse a un plan previo. Así es como resulta posible la gran variedad de personajes y de ambientes que nos presenta en sus relatos.
. Aunque Baroja afirma que no escribie sus obrar para probar una tesis, ello no significa que de la lectura de sus novelas no podamos extraer una concepción de la vida- como se puede observar leyendo "El árbol de la ciencia". Incluso es frecuente que se mezclen en la acción momentos reflexivos en los que se mezclan ideas variadas. Eso sí, siempre dentro de la experiencia vital de un personaje.
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