-El mundo es eso. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Eduardo Galeano
El fuego es una buena metáfora de la vida tal y como hemos podido ver en el texto de E. Galeano. Y como dice Machado, el camino también. Otra muy conocida es la de los ríos que van a dar a la mar que es el morir.
Pero seguro que si tú piensas encuentras en tu entorno algunas otras. En "El Cartero de Neruda" se habla de que el mundo entero es metáfora de otra cosa.
Seguro que las imágenes que tienes a tu alrededor te van a evocar ideas, pensamientos, sentimientos, opiniones... Así pues, esas imágenes serán metáforas de todo aquello que te evoquen. Prueba, verás que no es tan complicado.
En tu ejercico puedes escribir algo así: Los atardeceres son, para mí, metáfora del descanso. Me evocan relajación, tranquilidad y me hacen pensar en el pasado, en el presente y en el futuro. Actualizan así mi existencia. Puedes incluso adornarlo con imágenes seductoras. Pruébalo.
Experiencia especial
ResponderEliminarPara mí la sensación de morir, de desprendérseme el alma del cuerpo cual mariposa de la crisálida, el sentir que por cada poro de mi piel transpiraba energía a raudales.
No he sentido el cuerpo, sentía que me iba y poco a poco mi alma querer desengancharse, dejando a mi cuerpo vacío pero en sensación extraña.
Me sentí como si formara parte de la música que me rodeaba, cómo si yo ya no fuera yo y me fuese transportando en la vera de un río otoñal, lleno de hojas de árboles, de colores cálidos invitándome a quedarme allí, en ése espacio creado por mi mente.
Me he transportado aquí <3
http://www.lightharmony.com/fotografie/239/en/author/7/0/autumn-river-bank
Claudia Gordillo
Experiencia mística:
ResponderEliminar-La respiración invadía mi cuerpo. Cada vez pesaba menos, y me elevaba hacía no sé donde. OMM... SA... OMM... SA… noté como formaba parte de todas y cada una de estas letras, hasta que una cascada de agua se apoderó de mi ser. Fluya, fluya como el agua del río en verano, sana, pura limpia... Era una agua brillante, cargada de energía, que al mezclarse con mi respiración, salpicaban dentro de mi sus olas.
(Podría resumir mi experiencia en esta imagen: http://pixdaus.com/pics/1218748766Hrudj4f.jpg )
Cuando estaba desconectado , he entrado en estado , en que no pensaba en nada . me pesaba la cabeza , tenia como una sensación muy rara en el pecho como de opresión , de no poder dejar algunas cosas a tras si no que estas cosas , como que no me dejaban marchar , por eso seria el simple echo que no me podía concentrar del todo , después ha habido un momento en el que me he sentido un poco como el viento , no como estos vientos fríos del invierno que son muy fuertes y fríos si no como esos vientos del verano , esa brisa suave y cálida que te suele mover el pelo con una gran suavidad incomparable a otros vientos .
ResponderEliminarTambién ha habido un momento en que me pesaba mucho el cuello , como si todas mis preocupaciones y cosas se quedaran en ese sitio especifico , y en cambio en el resto del cuerpo ya no sentía nada , me comencé a sentir muy ligero , como si volara , una libertad incomparable con otras experiencias anteriores .
Encontrarme atrapada entre dos mundos sin saber cual es el verdadero. Me siento libre sin buscar respuestas a un pasado que duele. Relajación es mi felicidad, donde nada más importa, donde sólo estoy yo, donde no hay problemas. El frío viento me acaricia la cara, me despeina.
ResponderEliminarMi cuerpo comienza a viajar, no soy yo, es él.
El lúgubre silencio se ha apoderado de mi alma, ya nada más importa, quiero quedarme aquí.
Camila Senra
El agua del mar acariciando la arena y a la vez mis pies, tranquilidad, bien estar. El canto del pájaro es la libertad de la que todos disponemos. La brisa, acariciaba mi piel libre de ropa y el sol la bronceaba; aportándome calor y ganas de bañarme debajo la enorme cascada. El agua que brotaba llenaba el lago de agua y pureza.
ResponderEliminarAl caer la noche, nosotros como estrellas, brillábamos con la fuerza que cada uno de nosotros poseemos en nuestro interior.
Sònia Arcusa Ferrer
Escuchando sonidos sordos, tranquilos; empiezo a visualizar el movimiento de las olas, con su ir y venir, el agua del río, que no para de fluir. Y con estos movimientos, mi cuerpo decide fluir a su misma vez. Mis pies y piernas, mis manos y brazos, y a continuación todo mi cuerpo, con el alma incluida, se esconden en un pequeño rincón de mi inmenso cuerpo, esperando la llegada de algo especial. En esos instantes el alma me roba preciados recuerdos del pasado, haciéndomelos ver por última vez.
ResponderEliminarLaia Carrasco Maroski
Siento mi cuerpo flotando en la inmensidad. Una immensidad azul, infinita, oscura pero brillante. Siento la música. El sonido y la luz que desprenden las bellas teclas del piano, recorriendo el halo de mi cuerpo y adentrándose en él. Floto en esa intensa inmensidad que me absorbe y me invita a fluir lentamente dejando todo atrás. Respiro. Mi cuerpo y mi alma siguen ahí, libres de tormentos. Quieren descansar en esa inmensidad para siempre.
ResponderEliminarParaíso. Dentro de mí el río, la hierba, árboles y la inmensa luz que venía de arriba. Parecía el Sol procedente del cielo para dar vida a un nuevo día pero era la iluminación de mis pensamientos. Pequeñas personas danzando y jugando, señal de felicidad y alegría. Relajación y bienestar, bonita sensación.
ResponderEliminarCristina Carrasco
Cuando desaparezco de la realidad dejo volar mi imaginación. Me evoca relajación, me voy a otro mundo y puedo imaginar cosas extraordinarias. Siento como la energía de la tierra entra por mis pies y llega hasta mi cabeza produciéndome una agradable relajación. Demasiados pensamientos me pasan por la mente, demasiadas dudas, hasta vienen las penas. Pero las dejo pasar. Voy a otro mundo, donde la preocupación ni tan siquiera existe, donde tampoco existen los problemas. Un mundo perfecto donde hay paz. Donde puedo crear un mundo tan solo para mí, donde soy la dueña. Puedo observar una cascada que desemboca en el río corriendo suave como mi respiración. Puedo oír a los pájaros cantando una suave melodía. Y llega el momento de despedirme de esa sensación, empiezo a mover los dedos para volver al mundo real pero me resisto. No quiero, es demasiado perfecto, quiero quedarme allí para siempre. Lo tengo demasiado claro.
ResponderEliminarCarina Fischer
Una sensación indescriptible me ha invadido, poco a poco dejaba de notar mi cuerpo y sentía como si mi alma lo abandonara muy silenciosa y cuidadosa. Yo era ese río que va siguiendo su curso sin que nadie lo detenga...
ResponderEliminarLibre, libre como la respiración y esa potente luz blanca que da paz y serenidad a la vida. He notado que formaba parte de la naturaleza, es como si yo fuera una pequeña gotita de agua en el mundo...
Sonia Gordillo Martínez