GESTACIÓN DE LA OBRA
Luces de Bohemia fue publicada en 1920, tras años de elaboración, en la revista "España" ; en 1924 apareció bajo forma de libro y con importantes cambios: se añadieron las escenas II, VI, XI junto a otras variantes a lo largo de la obra. Los años precedentes al 1920 fueron muy importantes para el autor: su estética e ideología iban evolucionando influenciadas por las transformaciones sociales y políticas de la época.
Valle en "Luces de bohemia" realiza una crítica feroz de España y de los españoles.
Valle en "Luces de bohemia" realiza una crítica feroz de España y de los españoles.
EL ESPERPENTO, ESCENA XII
En esta escena, el protagonista, Máx Estrella, delinea el significado del esperpento a su compañero, Don Latino de Hispalis.
" M: La tragedia nuestra no es tragedia.
L: ¡Pues algo será!
M: El esperpento."
Tras estas afirmaciones entendemos que el esperpento es un género literario, que sirve al escritor para reproducir cómo es la realidad española.
La tragedia no sirve porque es demasiado noble para reflejar España: "una deformación grotesca de Europa" y donde "¡es un delito el talento!". De ahí la necesidad de encontrar un género que encaje con la perspectiva española :"El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada".
El término esperpento procede del habla popular y significa feo, ridículo...;utilizado en el teatro designa la inversión de las normas clásicas :
"Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento"; "Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas"; "Mi estética actual es trasformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas" para dejar espacio a lo grotesco y a lo deformado, como ya había demostrado Goya quien, según Valle-Inclán, fue el padre del esperpentismo en pintura.
Las tres normas clásicas de unidad de tiempo, acción y de lugar se refeljan en el espejo cóncavo de la calle del Gato y adquieren con Valle unas características peculiares. Veámos cómo.
La unidad de acción es la más coherente con los cánones clásicos porque la historia de "Luces de Bohemia" es una y se desarrolla alrededor del vagabundear de Max Estrella;
en cuanto a la unidad de tiempo, transcurre toda la obra a lo largo de una noche. Sin embargo, debido a los muchos anacronismos, cuesta situarse en una determinada fecha ; a este propósito son significantes algunos datos que confirman el anacronismo de la obra: la referencia a Don Jaime de Borbón es anterior al 1910, la Revolución Rusa se sitúa posteriormente a 1917, Galdós había muerto en 1920, mientras Rubén Darío, que es un personaje en la obra, falleció en 1916.
en cuanto a la unidad de tiempo, transcurre toda la obra a lo largo de una noche. Sin embargo, debido a los muchos anacronismos, cuesta situarse en una determinada fecha ; a este propósito son significantes algunos datos que confirman el anacronismo de la obra: la referencia a Don Jaime de Borbón es anterior al 1910, la Revolución Rusa se sitúa posteriormente a 1917, Galdós había muerto en 1920, mientras Rubén Darío, que es un personaje en la obra, falleció en 1916.
El escenario de "Luces de bohemia" es un Madrid de principio de siglo; observado desde esta perspectiva parece que la unidad de lugar exista en la obra. Sin embargo, el viaje de los dos personajes atraviesa distintos escenarios: la calle, la cárcel, la casa de Max, la taberna, el cementerio... desligados unos de los otros y citados en las acotaciones con descripciones herméticas, esenciales, donde los toques expresionistas son evidentes.
LOS PERSONAJES
La ruptura de las normas teatrales acompaña un cambio en la visión de la realidad y por lo tanto del teatro; existen tres formas de observar el mundo : de rodillas, en pie o levantado en el aire. Si estas de rodillas ves la realidad desde abajo y te parece colosal y los personajes imponentes. Este punto de vista explica las obras clásicas: tragedia, epopeya, cantar de gestas...donde los protagonistas eran todos héroes; si observamos de pie lo que nos rodea todo estará a nuestra misma altura y también el teatro presentará los protagonistas como compañeros parecidos a nosotros. Es el caso de Shakespeare. Si estamos elevados, en el aire, veremos todos desde arriba, todo será pequeño e insignificante; es desde este punto de vista que se mueve Valle-Inclán. Los personajes sometidos a este tipo de observación esperpéntica, aparecen sistemáticamente deformados: los vemos como muñecos o peleles:
"Dorio de Gadex, Clarinito y Pérez, arrimados a la pared, son tres fúnebres fantoches en hilera" o "En la fila de fantoches pegados a la pared queda un hueco lleno de sugestiones" o "Don Latino guiña el ojo, tuerce la jeta y desmaya los brazos haciendo el pelele" estos son algunos de los fragmentos que justifican lo anteriormente dicho.
"Dorio de Gadex, Clarinito y Pérez, arrimados a la pared, son tres fúnebres fantoches en hilera" o "En la fila de fantoches pegados a la pared queda un hueco lleno de sugestiones" o "Don Latino guiña el ojo, tuerce la jeta y desmaya los brazos haciendo el pelele" estos son algunos de los fragmentos que justifican lo anteriormente dicho.
Los personajes de la obra, más de cincuenta, son, en mayoría, unos fantoches que animan la tragedia. Entre esta chusma de individuos es necesario extraer algunas figuras. En primer lugar encontramos el protagonista, Máx Estrella, poeta ciego y representación de la primera bohemia que, como España, había sufrido una degradación trasformándose en bohemia "golfante" (de interés es la ironía y sarcasmo con la que habla del Modernismo: "La Buñolería entreabre su puerta y del antro apestoso de aceite van saliendo deshilados, uno a uno, en fila india, los Epígonos del Parnaso Modernista" . (La Buñolería representa el lugar de reunión de los poetas y el aceite podría aludir a las "parafernalias" modernistas).
La figura de Max está inspirada a la de Alejandro Sawa el "bohemio" por excelencia que ya había sido inmortalizado en Villasús, un personaje del "Arbol de la ciencia" de Pío Baroja. (Para más referencias a la Bohemis, utilizad las fotocopias que os pasé el jueves). Max es una de las pocas figuras nobles en la obra, aunque ciego es el único que ve la realidad tal como es. Su crítica es poderosa ("¿Mateo, dónde está la bomba que destripe el terrón maldito de España?", "Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España"); a su furia se acerca una fuerte sensibilidad y humanidad, como observamos en el diálogo que mantiene con el preso catalán: "P: Van a matarme... ¿Qué dirá mañana esa Prensa canalla? M: Lo que le manden. P:¿ Está usted llorando? M: De impotencia y de rabia. Abracémonos hermano" o en el diálogo con la joven Lunares o con la madre que ha perdido el hijo.
Relación con la figura de Sawa
Existen notables paralelismos entre Max Estrella y su historia, y la del escritor bohemio Alejandro Sawa, amigo del autor. Ya sugirió Alonso Zamora Vicente que la muerte de Sawa once años antes de la publicación de Luces de Bohemia pudo influir a Valle-Inclán.[3] Él mismo relata las condiciones de su muerte en una carta:
"Querido Darío: Vengo a verle después de haber estado en casa de nuestro pobre Alejandro Sawa. He llorado delante del muerto, por él, por mí y por todos los pobres poetas. Yo no puedo hacer nada, usted tampoco, pero si nos juntamos unos cuantos algo podríamos hacer. Alejandro deja un libro inédito. Lo mejor que ha escrito. Un diario de esperanzas y tribulaciones. El fracaso de todos sus intentos para publicarlo y una carta donde le retiraban la colaboración de sesenta pesetas que tenía en El Liberal, le volvieron loco en sus últimos días. Una locura desesperada. Quería matarse. Tuvo el final de un rey de tragedia: loco, ciego y furioso"
Carta de Valle-Inclán a Rubén Darío[4]
Además del evidente paralelismo entre la carta que menciona Valle-Inclán y la que recibe Max del Buey Apis y su reacción al verse en la miseria, Sawa también murió ciego.
Existen notables paralelismos entre Max Estrella y su historia, y la del escritor bohemio Alejandro Sawa, amigo del autor. Ya sugirió Alonso Zamora Vicente que la muerte de Sawa once años antes de la publicación de Luces de Bohemia pudo influir a Valle-Inclán.[3] Él mismo relata las condiciones de su muerte en una carta:
"Querido Darío: Vengo a verle después de haber estado en casa de nuestro pobre Alejandro Sawa. He llorado delante del muerto, por él, por mí y por todos los pobres poetas. Yo no puedo hacer nada, usted tampoco, pero si nos juntamos unos cuantos algo podríamos hacer. Alejandro deja un libro inédito. Lo mejor que ha escrito. Un diario de esperanzas y tribulaciones. El fracaso de todos sus intentos para publicarlo y una carta donde le retiraban la colaboración de sesenta pesetas que tenía en El Liberal, le volvieron loco en sus últimos días. Una locura desesperada. Quería matarse. Tuvo el final de un rey de tragedia: loco, ciego y furioso"
Carta de Valle-Inclán a Rubén Darío[4]
Además del evidente paralelismo entre la carta que menciona Valle-Inclán y la que recibe Max del Buey Apis y su reacción al verse en la miseria, Sawa también murió ciego.
La situación familiar del personaje es similar a la del poeta real, casados ambos con una mujer francesa y con una hija. La novela mencionada es Iluminaciones en la sombra, que se publicaría un año después de la muerte de Sawa con un prólogo de Rubén Darío.
Aunque Rubén Darío no asistió al entierro de Sawa, sí acude al entierro de Max Estrella en Luces de Bohemia, acompañado del Marqués de Bradomín, personaje de obras anteriores del autor, su más celebrado álter ego.[5]
En publicaciones posteriores sobre el tema, muchos identifican directamente la historia de Luces de Bohemia como una crónica ficticia de los últimos días de Alejandro Sawa.[6]
Aunque Rubén Darío no asistió al entierro de Sawa, sí acude al entierro de Max Estrella en Luces de Bohemia, acompañado del Marqués de Bradomín, personaje de obras anteriores del autor, su más celebrado álter ego.[5]
En publicaciones posteriores sobre el tema, muchos identifican directamente la historia de Luces de Bohemia como una crónica ficticia de los últimos días de Alejandro Sawa.[6]
De contrapunto a Max , que a pesar de sus defectos es consciente de la realidad y de su realidad, encontramos a Don Latino, personaje que significa la deformación de la bohemia: sin escrúpulos, falso, insensible. D.Latino acompaña el poeta ciego durante toda una noche: una bajada al inframundo parecida a la de Dante (Max) y Virgilio (Don Latino). Claro está que si Virgilio representaba la sabiduría, Don Latino representa la pedantería mas degradada ( en la escena XI tras el encuentro con la madre del niño muerto Don Latino reacciona de esta forma:
"M: ¡Jamás oí voz con esa cólera trágica!
L: Hay mucho de teatro"
"M: ¡Jamás oí voz con esa cólera trágica!
L: Hay mucho de teatro"
Alrededor de estas figuras giran, en un movimiento vertiginoso, otras, formando un coro de caricaturas: burgueses que intentan mantener el orden como el retirado, el tabernero, el librero Zaratustra; policías como los guardias y el capitán Pitito; artistas más bien pedantes como la pandilla modernista; personajes populares como la Lunares o el rey De Portugal, Este entorno da a "Luces de Bohemia" la conformación típica de un teatro de títeres.
Siguiendo la matemática del espejo cóncavo los personajes adquieren raros linajes, lo humano se convierte en cosa o animal aportando así al esperpento un gran espacio de desarrollo. El ejemplo más claro de animalización es el de Don Latino: el perro de Max Estrella escena VIII:
M: Seguramente que me espera en la puerta mi perro.
U: Quien le espera a usted es un sujeto de edad, en la antesala.
M: Don Latino de Hispalis: mi perro.
o en esta:
Escena II
"Don Latino interviene con ese matiz del perro cobarde que da su ladrido entre las piernas del dueño"
Siguiendo la matemática del espejo cóncavo los personajes adquieren raros linajes, lo humano se convierte en cosa o animal aportando así al esperpento un gran espacio de desarrollo. El ejemplo más claro de animalización es el de Don Latino: el perro de Max Estrella escena VIII:
M: Seguramente que me espera en la puerta mi perro.
U: Quien le espera a usted es un sujeto de edad, en la antesala.
M: Don Latino de Hispalis: mi perro.
o en esta:
Escena II
"Don Latino interviene con ese matiz del perro cobarde que da su ladrido entre las piernas del dueño"
Las figuras populares adquieren más relieve en la transformación animalesca por su estereotipación y vivacidad. En este sentido, es muy importante la escena II "En la cueva hacen tertulia el gato, el loro, el can y el librero", a esta afirmación sigue la traducción onomatopéyica de las voces de los tres animales: "¡Fu!", "¡Guau!", "¡Viva España!".
Otro ejemplo se halla en "animalizar" las acciones de los personajes:
"La Pisa Bien se apresura a hecharle la zarpa" o "Y en el ritmo de las frases, desfila con su pata coja Papá Verlaine".
Otro ejemplo se halla en "animalizar" las acciones de los personajes:
"La Pisa Bien se apresura a hecharle la zarpa" o "Y en el ritmo de las frases, desfila con su pata coja Papá Verlaine".
Por lo que concierne la cosificación lo más impactante es la continua referencia a los personajes como sombras o bultos
"Máximo Estrella y Don Latino de Híspalis, sombras en las sombras de un rincón"
"L: ¡Calla mala sombra!"
"Repartidos por las sillas del paseo, yacen algunos bultos durmientes."
"Las sombras negras de los sepultureros se acercan"
Todos estos ejemplos se encuentran en las acotaciones que analizaremos a continuación.
"Máximo Estrella y Don Latino de Híspalis, sombras en las sombras de un rincón"
"L: ¡Calla mala sombra!"
"Repartidos por las sillas del paseo, yacen algunos bultos durmientes."
"Las sombras negras de los sepultureros se acercan"
Todos estos ejemplos se encuentran en las acotaciones que analizaremos a continuación.
Cabe decir que no todos los personajes están tratados por igual; así ocurre con el preso catalán o el albañil, que no sufren este proceso de esperpentización.
NIVEL FORMAL: LAS ACOTACIONES
NIVEL FORMAL: LAS ACOTACIONES
Anteriormente hemos hablado brevemente de las acotaciones, es decir, partes en prosa donde el autor hace referencia a los personajes y a sus actitudes. En "Luces de Bohemia" estas partes desempeñan una función literaria importante.
Las descripciones de los personajes, todas en un estilo nominal, son muy particulares: proceden a rápidas y desenlazadas pinceladas:
"La niña Pisa Bien, despintada, pingona, marchita, se materializa bajo un farol con su pregón de golfa madrileña"
"Enriqueta La Pisa Bien, una mozuela golfa, revenida de un ojo, periodista y florista, levantaba el cortinillo de verde sarga, sobre su endrina cabeza, adornada de peines gitanes".
En las acotaciones se presenta la caricatura del personaje:
"Dorio de Gadex, feo, burlesco y chepudo abre los brazos, que son como alones sin plumas en el claro lunero" donde se evidencia la muñequización y la animalización del personaje y ,además, aparece un rasgo típico de las acotaciones: el uso de la luz.
La luz es parte de la matemática esperpéntica, de hecho, es la principal fuente de deformación ya que causa la sombra. La iluminación en la obra es poca, sin embargo, está presente desde el principio donde es más fuerte:
"Hora crepuscular.... guardillón lleno de sol", "la guardilla queda en una penumbra rayada de sol ponente"; a lo largo de la obra causa deformidad " Media cara en reflejo y media en sombra. Parece que la nariz se le dobla sobre una oreja", "Zaguán oscuro con mesas y banquillos", "Las sombras negras de los Sepultureros - al hombro las alzadas lucientes- se acercan por la calle de tumbas"
Si al principio la luz daba aún la sensación de calor (vida) al final "La luz de la tarde sobre los muros de lápidas tiene una aridez agresiva" se acerca más a la frialdad de la muerte.
Este particular uso de la luz está presente en algunas obras de Goya donde la luz está presente pero no ilumina sólo deforma.
Importantísima es la adjetivación y los sustantivos en las acotaciones pues, gracias a la superposición de imágenes pertenecientes a campos semánticos opuestos y disonantes, se crean combinaciones esperpénticas como sinestesias
"Aire de cueva y olor frío de tabaco rancio", "Epico rugido del mar", "gritos internacionales", "en los ojos tristes un vidriado triste", "Mala sombra"
sinécdoques que describen a los personajes sólo por sus rasgos más particulares ridiculizándolos mayormente: "Chalinas flotantes, pipas apagadas, románticas greñas", "Hongos garrotes, cuellos de celuloide, grandes sortijas, lunares rizosos y flamencos", "La cabeza desnuda, humorista y lunático, irrumpe Max", "pipas, chalinas y melenas del modernismo", "Zaratustra- la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente".
Es importante fijarse en las comparaciones "los tres visitantes, reunidos como tres pájaros en una rama, ilusionados y tristes" "los pecadores se achicharran como boquerones" o " Los obreros se reproducen populosamente, de un modo comparable a las moscas. En cambio los patronos, como los elefantes, como todas las bestias poderosas" o "¡Parece usted un chivo loco!"., un recurso más para animalizar y degradar a los personajes.
El campo semántico más interesante para analizar el esperpento es el de lo grotesco y macabro, muy visible también en las obras de Goya: como adjetivos tenemos grotesco, barroca, negro\a, infernal, ronco, alocada, feo, lóbrega... como sustantivos cueva, cementerio, muerte, suicidio, fantasma, espectro, mano de marfil... como verbos arañar, arrancar..."
"¡Cráneo privilegiado!" es una exclamación compuesta por una sinécdoque, y resulta particularmente cruda pronunciada por un borracho y dirigida a Max Estrella. Sólo un borracho ha entendido la suerte del poeta quien, por no formar parte del coro de personajes de la obra ha visto mejor que los videntes la realidad que nos rodea. Sin embargo, como la exclamación procede de un borracho, el autor nos devuelve, de este, modo al esperpento, al reino de lo grotesco y de la farsa.
EL LENGUAJE
"¡Cráneo privilegiado!" es una exclamación compuesta por una sinécdoque, y resulta particularmente cruda pronunciada por un borracho y dirigida a Max Estrella. Sólo un borracho ha entendido la suerte del poeta quien, por no formar parte del coro de personajes de la obra ha visto mejor que los videntes la realidad que nos rodea. Sin embargo, como la exclamación procede de un borracho, el autor nos devuelve, de este, modo al esperpento, al reino de lo grotesco y de la farsa.
EL LENGUAJE
El lenguaje es la pieza capital de la obra y soporte del esperpento. Valle-Inclán depura el esperpento de todo vulgarismo intencionado presentándonos el arrabal madrileño, (lenguaje popular, de barrio); gitanismos, frases hechas, cultismos, lengua popular... todas estas distintas hablas se mezclan engendrando la deformación del lenguaje. Presentemos ahora algunos ejemplos de cada jerga:
arrabal madrileño: "colgar" en vez de empeñar, "dar pan de higos", "beber sin dejar cortinas", el uso de sus en lugar del pronombre personal os, "tintas" en cambio de vasos de vino, "hago la jarra" para decir invitar, abreviaciones como "Latí"," poli", "propi" ...
palabras gitanas: "mangue" es decir "mi, conmigo", "pirante", "mulé" matado, "Lila" o sea tonto, "parné" el dinero..
cultismos y arcaísmos: "por veces" en vez de a veces, "eironeia" , "salutem plurimam", "Sermo vulgaris " son muchas las citas literarias "Hugo", "Goya", "Quintero", mitológicas "Minerva", "Morfeo" e históricas "Isabel", "Lenin", "Revolución"...
términos extranjeros: "Madame", "Snt James Squart"...La vivacidad del lenguaje da forma al coro de personajes y sirve para alimentar esa espiral creciente del esperpento que la obra va poniendo bajo nuestros ojos.
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