lunes, 13 de septiembre de 2010

La rosa y la azucena

Carpe diemSi hubiera que elegir un solo soneto para explicar rápidamente la mentalidad del hombre renacentista quizá habría que elegir el “Soneto XXIII” de Garcilaso, en el que es posible observar la imitatio de un verso atribuido a Ausonio: “Collige, uirgo rosas...”, una invitación al gozo (carpe diem), el tópico idealizado de la mujer renacentista y la serenidad y reflexión propias del que aspira a imitar a los clásicos y a los grandes humanistas.

Haz una lectura silenciosa e individual para contestar a las preguntas propuestas

    En tanto que de rosa y d’azucena
    se muestra la color en vuestro gesto,
    y que vuestro mirar ardiente, honesto,
    con clara luz la tempestad serena;

    y en tanto que’l cabello, que’n la vena
    del oro s’escogió, con vuelo presto
    por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
    el viento mueve, esparce y desordena:

    coged de vuestra alegre primavera
    el dulce fruto antes que’l tiempo airado
    cubra de nieve la hermosa cumbre.

    Marchitará la rosa el viento helado,
    todo lo mudará la edad ligera
    por no hacer mudanza en su costumbre

  • Del cuadro de “La Primavera", de Boticcelli, fïjate en el rostro de Venus: se capta mucho mejor la idealización neoplatónica de la belleza femenina, así como la serenidad. 
  • Tras la contemplación y lectura del soneto puedes reflexionar sobre la idealización de la belleza e incluso comparar las mujeres de la poesía y de la pintura renacentista con las de muchos anuncios publicitarios en los que se reproducen más o menos imágenes semejantes de mujeres, incluso con sus melenas al viento.¿Crees que esa mujer que describe responde a una realidad o a un modelo idealizado? ¿Existen hoy modelos ideales de mujeres y de hombres que se difundan a través de los medios de comunicación? ¿Qué consecuencias negativas puede tener confundir modelos ideales con la realidad?


No hay comentarios:

Publicar un comentario